LA CIUDAD
INHABITADA
APUNTES SOBRE LOS CAMBIOS URBANÍSTICOS EN LA PERIFERIA DE
SANTIAGO.
“La mayor idea revolucionaria referente al urbanismo no es ella misma urbanística,
tecnológica o estética. Es la decisión de reconstruir íntegramente el territorio
según las necesidades de poder de los Consejos de trabajadores, la dictadura
anti- estatal del proletariado, del diálogo ejecutorio”.
Guy Debord, La sociedad del espectáculo.
Son las 7 de la mañana, y en la estación del Metro San Ramón,
aglomeraciones de trabajadores se disponen a tomar el tren subterráneo, otros
tantos esperan los recauchados buses del Transantiago. La situación se repetirá
nuevamente en horas de la tarde, y al parecer esta realidad seguirá aconteciendo
cíclicamente. Por otra parte, limitando
la estación del metro, una carretera de alta velocidad (Vespucio Sur)
deja sentir su presencia en el sector. Automóviles, camiones, y buses, circulan velozmente, dejando una estela de
ruido y contaminación a su paso. Definitivamente la modernización ha llegado a la comuna, y la tan esperada
conectividad adquiere forma a partir del desarrollo urbano y vial: inauguración
de la autopista Vespucio Sur y la línea 4- A del metro.
Desde una óptica económica y pragmática, este proceso de modernización, se justifica plenamente, ya que se enmarca en
un horizonte más amplio, que se condice
con ciertas reestructuraciones de la economía y el emplazamiento geográfico de
los nuevos proyectos de urbanización del gran Santiago. Sin embargo, desde un
punto de vista crítico, y más específicamente desde la “psicogeografia”1, estos cambios tienen ciertas lecturas
y connotaciones simbólicas que ameritan un estudio más profundo, ya que aquí,
no sólo hablamos de desarrollo vial o urbano, sino de mecanismos políticos e
ideológicos que desarticulan todo
intento de uso crítico y ciudadano del espacio público.
En las siguientes líneas,
analizaremos críticamente este nuevo emplazamiento urbano y vial,
tomando como una importante referencia la división topográfica que sufrió la
comuna a partir del emplazamiento de la autopista Vespucio Sur, y las
estaciones del metro Santa Rosa y San Ramón. Estructurales viales que literalmente provocaron un fraccionamiento del
emplazamiento de la comuna, a lo que se agrega una completa reformulación del mítico
Parque la Bandera. Tales modificaciones encuentran
explicación en las estrategias
económicas de desarrollo de los últimos años. De ahí que resulte interesante develar
las implicancias psicológicas, culturales, simbólicas, etc., que conllevan
tales cambios. A lo que se agrega, la creciente vinculación entre mecanismos de
seguridad y espacio público, situación que finalmente convierte a la ciudad en
un gran dispositivo de control de la
población.
SOBRE DECRETOS,
NEOLIBERALISMO, FRONTERAS, Y RESIGNIFICACION DEL ESPACIO PÚBLICO.
La historia de la comuna de San Ramón se presenta en forma ambivalente, históricamente
lugar de resistencias y organización, es también un espacio administrativo creado por un
decreto de la dictadura. Tal decreto fue promulgado en 1981, y se enmarcó en un
plan de reformulación comunal de Santiago. Desde luego, en esta decisión no
tuvo ninguna ingerencia la comunidad, siendo un más de las arbitrariedades del
régimen dictatorial. Paralelamente al proceso de reformulación comunal, la dictadura inicio una serie de
procesos de radicación y erradicación de
poblaciones de escasos recursos, con el
objetivo de ocultar los crecientes bolsones de pobreza de comunas céntricas
y barrios acomodados.
El plan de reformulación comunal impulsado por la dictadura significó la creación de 34 comunas nuevas en Santiago,
la mayoría de estas emplazadas en la
periferia. De este experimento de la dictadura, emergieron nombres
emblemáticos, como: la Pintana,
Cerro Navia, Peñalolén, San Ramón, etc. Sin embargo, lo que caracteriza a éstas
y las pone siempre en el tapete de la
opinión pública ( o la crónica roja de los periódicos sensacionalista ), son
sus elevados índices de pobreza, delincuencia, cesantía, etc. Esta
reformulación urbana, tiene directa relación con las políticas neoliberales propiciadas por
la dictadura, en las cuales la propiedad privada y la supremacía del mercado como
entes determinadores de las necesidades, producen una de las transformaciones
más radicales que haya sufrido el país.
Un papel destacado en esta transformación económica, tuvo como protagonista a Milton Friedman,
considerado el mentor de las ideas ultraliberales, y que tienen en crisis a una
parte sustantiva del planeta: “Milton Friedman
aprendió lo importante que era aprovechar una crisis o estado de Shock a gran
escala durante la década de los setenta, cuando fue asesor del dictador Augusto
Pinochet. Los ciudadanos chilenos no sólo estaban conmocionados después del
violento golpe de estado de Pinochet, sino que el país también vivía
traumatizado por un proceso de hiperinflación muy agudo2”.
A sugerencias del propio Friedman, la dictadura realizó una serie de
transformaciones económicas: reducciones de impuestos, privatización de servicios,
recortes en el gasto social, desmantelamiento del código laboral, desregulación
del control estatal sobre la economía, entre otras medidas. Por lo traumático de estas acciones,
se denominó a éstas «tratamiento de choque». La aplicación de tales políticas neoliberales, tuvieron una gran repercusión en los planes de
reformulación de la estructura urbanística de Santiago. Por ejemplo, en 1979 la dictadura dictó un
decreto de desregulación del suelo
urbano,3 situación
que implicó la completa coaptación de la esfera urbanística y vial por el mercado.
A lo anterior, se suma la incorporación de suelos agrícolas al uso
urbano, generándose un explosivo desarrollo de conjuntos urbanísticos, que
muchas veces propiciaron el asentamiento de edificaciones en suelos no aptos
para la construcción. Por otro lado, estos decretos permitieron la construcción de lujosos conjuntos residenciales en zonas
alejadas de los centros urbanos, siendo las condiciones económicas las únicas
prerrogativas para construir.
Paulatinamente Santiago ira adquiriendo una estructura dual, en donde
las diferencias y exclusiones entre diferentes sectores sociales se acentuarán, emergiendo la
relación centro y periferia. Evidentemente, las actividades económicas, financieras,
y residenciales de los sectores acomodados, se concentrarán en el centro; y por el
contrario, en la periferia se aglomerarán masas importantes de trabajadores, subempleados,
y desempleados. Parafraseando a Braudel, las zonas periféricas se transforman
en pequeñas economías mundo, que están supeditadas a un polo central, y que en este
caso corresponden a las comunas más ricas y pudientes4.
A partir de tales presupuestos, encontramos la conformación de San Ramón
como un espacio geográfico, administrativo, político, y cultural que se vincula y relaciona desde una posición
periférica con los polos de desarrollo del gran Santiago. Este emplazamiento
no sólo abarca la esfera geográfica, sino que también es traducible a otros ámbitos
de desarrollo de sus habitantes. Según información de la Fundación Futuro5, en la comuna el 43, 6 % de la
población tiene un nivel de instrucción básico, contando con sólo un 8, 7 de
pobladores con estudios superiores. En
cuanto a las actividades económicas, existe un
24,2 % de personas que desempeñan actividades ligadas al comercio (reparación
de vehículos, automotoras, comercio al por mayor, etc.) y un 18,6 % que trabaja
en industrias manufactureras. A lo anterior,
se agrega un 10, 7 % trabajadores de la construcción, existiendo un alto
porcentaje de cesantía, que se aproxima al 7 % (según datos del censo 2002).
Estas cifras ponen en evidencia el inminente carácter popular de la comuna. Esta suerte de cartografía de la desigualdad,
se explica en función de la división social
del trabajo que la cabe a los asalariados
en una economía capitalista; donde estos últimos al no poseer los instrumentos
de producción, deben transar su fuerza
de trabajo en el mercado. Para Negri, este fenómeno de reformulación espacial,
junto con la división social del trabajo se traduciría como “Biopolítica productiva”6.
Un aspecto de vital importancia a la hora de definir el carácter
periférico que ha tenido San Ramón, se refiere al emplazamiento geográfico que
ha tenido la comuna y su respectiva
estructura vial. Históricamente se habla de San Ramón Sur y Norte, siendo
el Parque la Bandera la frontera que une y divide estas dos áreas. Norte
y Sur tienen diferencias significativas,
sobre todo a nivel de construcción social
y la creación de organizaciones populares. De hecho, en San Ramón Sur nos encontramos
con la mítica población la Bandera7, ésta guarda una rica historia de tomas de terrenos y resistencia
bajo la dictadura. Por el contrario, San Ramón Norte, históricamente ha sido un
lugar con fuerte presencia comercial y residencial; y donde la política no ha
tenido tanta relevancia para sus pobladores.
La Avenida Américo Vespucio, y el posterior emplazamiento del Parque la Bandera,
se posicionaron como una verdadera frontera entre el sector norte y sur de la
comuna. Durante la década de 1980, la gran explanada que rodeaba la Av. Américo
Vespucio, era prácticamente un gran espacio baldío, que por su extensión fue
muy utilizado en desfiles cívicos, y actividades deportivas. Actividades que por
su carácter simbólico (representación del orden y la disciplina a través de
militarizados desfiles escolares y jornadas deportivas como significantes de la pureza del cuerpo) se constituyeron en la
emergencia estética del gobierno dictatorial. De ahí el entusiasmo del designado alcalde
Jesús Antonio Cabedo (1981- 1991) por
los desfiles, las competencias deportivas y el culto a los emblemas patrios. Característica de tales ceremonias fue una
suerte de resignificación del emblema patrio. La bandera que
durante la UP se utilizaba en tomas, o en ocupaciones de
industrias; adquiere en estos ritos un carácter cívico y nacional, connotando al mismo tiempo las ideas de
patria y orden.
Por esa misma época (1983- 1989), la comuna fue escenario de importantes
manifestaciones antidictatoriales, convirtiéndose la Av. Américo Vespucio en
escenarios de violentas jornadas de protestas y enfrentamientos con las fuerzas
de policiales. En forma particular, la población la Bandera logró alcanzar
altos grados de coordinación y organización a la hora de enfrentar las fuerzas
represivas. Acciones que hablaban del gran descontento de la población con las
autoridades a raíz de las duras condiciones económicas que enfrentaban (una
tasa de té y un trozo de pan eran para muchas familias su alimentación diaria). La Av. Américo Vespucio se convirtió en el
lugar donde los pobladores descargaban
su rabia y frustraciones, siendo la barricada el dispositivo estético
material y simbólico más utilizado.
La propia Av. Américo Vespucio
representaba una fuerte connotación simbólica, ya que ésta conectaba los
sectores pudientes de Santiago, con los sectores marginales. Actualmente su uso como avenida está
prácticamente desmantelado, ya que por su trazado original se sitúan las autopistas
Vespucio Sur y Vespucio Norte. Esta situación de inequidad que representaba la
antigua Av. Américo Vespucio, quedó célebremente registrada en una irónica y
pegajosa canción del músico Payo
Grondona: “La circunvalación Américo
Vespucio tiene barrios limpios, tiene barrios sucios; La circunvalación obra de ingeniería, al oriente negociados, al
poniente cesantía”8. Mención aparte,
merece la canción de Sol y Lluvia “En un
largo tour”, donde se nombra a la
población la Bandera como uno de los lugares emblemáticos a la hora de
contemplar la cara de la pobreza.
Un hecho significativo y simbólico para la comuna, fue la visita del
Papa Juan Pablo II, en Abril de 1987. El máximo líder del catolicismo se reunió con
miles de pobladores en la gran explanada que rodeaba la Av. Américo
Vespucio, posteriormente a tan ilustre visita, la municipalidad decidió realizar las obras
para crear el Parque la Bandera. Simbólicamente
la visita del Papa significó otorgarle a aquellos sitios baldíos, una primera identidad de espacio popular y
social. Importante en aquella oportunidad fue la clara sentencia de la
pobladora Luisa Riveros, quien tuvo la oportunidad de hablarle al Santo Padre
en nombre de los pobres y marginados; sus certeras palabras transmitidas a todo
el país fueron: “los pobres no pueden
esperar”. De ahí en adelante, se empezó hablar de la población la Bandera
como un territorio de mucha conciencia
social y organización.
La consolidación definitiva del Parque la Bandera como un espacio
popular y de múltiples resistencias, ocurre en 1988, con la realización de una
gran concentración de las fuerzas opositoras a la dictadura. En esta
oportunidad, se reunieron miles de personas que apoyaban la opción NO del
plebiscito. Uno de los grupos musicales que actuó con mucho éxito, fue el grupo
Illapu. Sus canciones fueron coreadas con entusiasmo, junto con el clásico
grito de la época “y va a caer, y va a
caer”. Posteriormente, el grupo sacó un disco con la actuación en vivo,
titulándose “Illapu en vivo Parque la Bandera”. A partir de este homenaje del
grupo, el parque se consolida como un espacio de resistencia popular, y el
nombre de la población la Bandera se hace cada vez más conocida,
constituyéndose en esa fecha en una de las comunas emblemáticas en la lucha
contra la dictadura.
La llegada de la democracia traerá paradójicamente cambios profundos
para los habitantes de San Ramón, el espacio del Parque la Bandera será
completamente reformulado: geográficamente y simbólicamente. Cambios ocurridos
como consecuencia de la construcción de
la autopista Vespucio Sur, y la línea del metro 4- A. En Noviembre del 2005 se inauguró la
autopista, y el 2006 se dio por inauguradas las estaciones del Metro San Ramón y Santa
Rosa. Tales obras no estuvieron exentas de polémicas, debido principalmente al
diseño de superficie implementado en las obras, en oposición al diseño
subterráneo utilizado en comunas con más recursos. De hecho una parte
considerable de las autopistas del sector Oriente, han sido formuladas con
diseños subterráneos, para evitar el impacto en la estructura urbana y en la
propia comunidad (un ejemplo concreto es la autopista Costanera Norte y algunos
tramos del metro).
Por lo visto, las consideraciones de impacto ambiental, urbano,
patrimonial no fueron consideradas en la ejecución de tales obras. De hecho la
moderna autopista, funciona como una verdadera frontera artificial entre San
Ramón Sur y Norte, perdiendo los
habitantes de la comuna toda relación
identitaria. El tema es bastante sensible, ya que estas modernas autopistas
funcionan como verdaderos corredores privados, en donde objetivamente su acceso
no es público, ya que se debe pagar por su acceso. Sin duda, esta reformulación
urbana y vial se enmarca en proyectos más macros, y que tienen que ver con
concebir la ciudad como un dispositivo productivo y de seguridad. Esta forma de
pensar el funcionamiento de la ciudad, es recíprocamente coherente con la
articulación de las economías neoliberales de gran parte del mundo. De ahí que por ejemplo, que Bauman visualice
en el vehículo de todo terreno, el
modelo y prototipo de automóvil necesario para transitar por las saturadas autopistas
modernas; ya que las clases acomodadas
deben transitar muchas veces entre el centro y la periferia para llegar
a sus trabajos o cuando salen de vacaciones9.
El todo terreno, les proporciona la seguridad de poder sortear cualquier encuentro
furtivo con los personajes de la periferia, ya sea en la detención en un semáforo, o al momento de enfrentar un corte
de ruta.
UNA MIRADA DESDE LA PSICOGEOGRAFÍA
“La dictadura del automóvil, producto – piloto de la
primera fase de la abundancia mercantil, se ha inscrito en el terreno con la
dominación de la autopista, que disloca los antiguos centros e impone una
dispersión cada vez más pujante”.
Guy Debord, La sociedad del espectáculo.
El urbanismo que tiene como función la reflexión holística del espacio de la ciudad, tiene la responsabilidad de generar y ordenar
asentamientos humanos en función de privilegiar la interacción entre los
sujetos y el medio en el cual estos se desarrollarán. Bajo una economía neoliberal,
la producción capitalista unifica y produce una
homogenización del espacio, la acumulación de mercancías en el espacio
abstracto del mercado irrumpe dislocando
fronteras, logrando la integración de determinado medio10;
proceso que se realiza materialmente con la construcción de carreteras,
infraestructura, asentamientos urbanos, etc. Paradójicamente, los modernos planes
de reformulación urbana acortan distancias geográficas, pero incrementan y
profundizan la separación espectacular. Debord
esboza el término separación espectacular, para referirse a las particulares
condiciones del capitalismo avanzado, en el cual las imágenes se presentan como
la extensión lógica de la acumulación de mercancías11. En esta peculiar etapa de desarrollo
capitalista, el hombre se encuentra
separado de la vida, viviendo de seudo
experiencias transmitidas por la mediatización de un conjunto de imágenes,
En este contexto, el urbanismo a través de las tramas arquitectónicas y viales, actúa
reflejando las jerarquías y desigualdades sociales , trasladando la
racionalidad técnica de los procesos productivos, a los emplazamientos donde transcurre la vida
cotidiana, e incluso la planeación de apartamentos y viviendas se constituye
como coronario de tal proceso. Así, la habitabilidad se transforma un proceso más del aparato
productivo, en donde el espacio domestico en la extensión de las antinomias con
que opera el sistema. Aquí, resulta necesario indicar otras concepciones de lo
que implica el habitar; por ejemplo, heideggerianamente12 el habitar está estrechamente ligado
al concepto de construir. Para Heidegger, el construir implica desde ya la
acción del habitar. En esta acción el hombre se pone en relación con la tierra, su entorno, y las cosas. De cierta manera, un
habitar auténtico implica el edificar para dar seguridad al propio hombre, proceso que se constituye en relación al cuidado
del entorno y el propio mundo. En la actual lógica economicista y totalitaria
de pensar el espacio urbano, resulta difícil asimilar relaciones de cuidado y armonía
entre los sujetos y el entorno, más bien, los modernos planes de
resignificación del espacio urbano, apuntan a la productividad de los mismos;
por lo tanto, el habitar se presenta como algo inaccesible por las propias
dinámicas de exclusión, seguridad, y
productividad que centrípetamente conllevan los centros urbanos. De ahí que podríamos
decir, que hoy no hay una habitabilidad de la ciudad, sino una suerte de habitabilidad del poder en los sujetos 13.
Ahora bien, los cambios urbanísticos y en estructural vial, que ha
experimentado San Ramón en los últimos años, dan cuenta de complejos procesos
de readecuación y reformulación económica, en los cuales evidentemente no han
sido considerados los pobladores. El complejo del entramado de la autopista
Vespucio Sur, y las nuevas estaciones del metro, se articulan
como dispositivos de conectividad de
mercancías que circulan por la ciudad. Los propios habitantes de la
comuna, son considerados como mercancías que hay que trasladar y hacer
circular. Ciertamente, hablamos aquí, del complejo fenómeno de la cosificación.
Según Lukács, la cosificación consiste en el hecho de que una relación entre personas,
toma el carácter de cosa, desencadenándose una suerte de objetividad ilusoria14. Esto implica, que prácticamente todas
las relaciones entre el sujeto y su emplazamiento urbano, adquieran un carácter
mercantil; desaparecen las alteridades, y aparecen los conceptos de usuario,
funcionario, operador, etc. Tales problemáticas, están estrechamente ligadas a
la universalidad de la forma mercancía15
que condiciona la vida de los trabajadores, ya que su propio destino histórico
vive en función de los interés de los sectores dominantes. Lo anterior, determina
que estructuralmente la reformulación del espacio urbano, se contemple como
parte de un proceso necesario para el desarrollo
país, y en donde los trabajadores adquieren la conciencia de pertenencia a la idea de progreso económico.
En líneas generales, el proceso
de modernización de la comuna de San Ramón, no ha determinado cambios significativos en el
mejoramiento de la calidad de vida de sus habitantes; la comuna sigue
presentando graves problemas de cesantía,
pobreza y exclusión. Desde el horizonte de la biopolítica, los cambios han propiciado la emergencia
de nuevos mecanismos disciplinarios
(control de acceso a los andenes del metro, filas para comprar boletos, reglamentos
disciplinarios para circular en los carros, cámaras de seguridad, posturas físicas para
viajar, etc.). Tales mecanismos van codificando lo permitido y lo no permitido,
en función de señalar y sancionar la más mínima infracción. A los dispositivos disciplinarios, se agregan
los de seguridad, que han tenido un importante impacto en restar fuerzas a la
tradicional combatividad que tuvo principalmente San Ramón sur. Lógicamente, el
diseño de la autopista impide su interrupción y los cortes de ruta son un
recuerdo de la lucha antidictatorial. En esta lógica, la propia autopista se ha
transforma en un dispositivo de seguridad, ya que amortigua los efectos de protestas y disturbios; y a la
vez permite que los automovilistas no tengan ninguna relación con el entorno
urbano del lugar. Desplegándose una suerte
de autopista virtual, en donde la referencialidad espacial está puesta
sólo en la demarcación de la señalética de
la propia autopista.
Los cambios estructurales al entorno del parque (cambios topográficos,
morfológicos, modificación del tránsito, etc.), han producido cambios
sustanciales en el hábitat de los pobladores.
La frontera artificial de la autopista, se ha transformado en una frontera ideológica, que clasifica taxonómicamente a
los sujetos (usuarios del metro, de la autopista, residentes del sector sur o
norte, etc.). Por otro lado, es evidente la deficiente conectividad de la arquitectura de las pasarelas que unen las zonas norte y sur de la comuna. A
su completa desarmonía estética, se
agrega su reducida amplitud; funcionando estas últimas, como prolongaciones de
los ya asfixiantes carros del metro. La falta de un estudio más prolijo en
cuanto a la conectividad de las pasarelas, queda de manifiesto en horas de la
madrugada, éstas se transforman en lugares lúgubres, propicios para sufrir
algún asalto, ya que son literalmente corredores que imposibilitan y limitan
los movimientos de los transeúntes. Si bien,
ya van ciertos años en el funcionamiento
de la estaciones del metro, éstas no guardan
ninguna relación identitaria con
sus usuarios, son literalmente mecanismos funcionales, arquitecturas
productivas que anteceden el espacio de la fábrica o el taller.
En este entramado de
sujeciones, espacio, cosificaciones, etc., la resultante es la emergencia de
determinada subjetividad. La pregunta clave es determinar, ¿qué subjetividad se
puede alojar bajo el flujo totalitario del urbanismo?, es posible encontrarse
con ese sujeto histórico, que convergió en múltiples experiencias de
organización en la comuna de San Ramón. Sin duda, la respuesta es compleja, hoy
en día los espacios públicos han terminando siendo espacios privados, con
diseños regimentados, y fuertemente disciplinados. La no identificación de los pobladores
con su entorno, es una problemática que
tiende a crecer mientras los planes de edificación no contemples la opinión de
éstos. Finalmente, queda el desafió de pensar nuevas formas de habitabilidad de
la ciudad, claro está que hasta hoy seguimos intentando habitar.
NOTAS
1
Para la teoría situacionista,
la psicogeografía es la disciplina que estudia los efectos psicológicos,
culturales, simbólicos, etc., que origina el desarrollo urbano en el contexto
de la economía capitalista. Así, el urbanismo se presenta como una apropiación
totalitaria de la vida, donde se crean pseudos- colectividades, que como la
fábrica, las áreas verdes, las estructuras viales, etc., persiguen aislar y
disciplinar a los sujetos.
2
Klein, Naomi. La doctrina Shock. Editorial Paidós. Argentina. 2008., pág., 28.
4
De acuerdo al esquema de centro y periferia esbozado por Braudel, las zonas
marginales en oposición a los polos de desarrollo, presentan una gran precariedad económica. De ahí, que
generalmente la vida de los habitantes de este espacio, se asocia a lo
negativo. A lo anterior, se agregan el debilitamiento de las leyes, la carestía
de la vida y una pobreza intrínseca. Para mayor información, ver “La dinámica
de capitalismo de Fernand Braudel”.
5
Esta Fundación fue creada a instancias
del actual Presidente Sebastián Piñera. En líneas generales, la labor de
esta entidad, consiste en llevar la cultura y el arte a los sectores más
postergados de la sociedad. No hay que olvidar, que tal postergación fue
producto de la modernización
económica, proceso ejecutado bajo la excepcionalidad
constitucional de la dictadura y que el actual presidente apoyo.
6
Por biopolítica productiva, Negri entiende la atención que el estado moderno
dedica a la reproducción de los conjuntos demográficos activos. Es decir la
educación, la asistencia, la sanidad, los transportes, etc., y las estructuras
administrativas que atraviesan tales
conjuntos se presentan como una expresión directa de una potencia productiva.
Así, la biopolítica productiva nace de la conexión de elementos vitales de la
sociedad, el medio ambiente, el estado y los individuos.
7
A raíz de la dramática situación, que vivían arrendatarios y familias sin
vivienda a finales de la década de 1960,
se gestaron una serie de tomas ilegales de terrenos. Amparadas por las
dinámicas de creación de orgánicas populares de aquella época, se formaron organizaciones de los denominados “sin casa”,
en estas agrupaciones, los partidos de izquierda jugaron un rol activo en la
conformación teórica, práctica y estratégica.
El 26 de Enero de 1969 un grupo de pobladores se tomó los terrenos del
denominado “Fundo la Bandera”, pese a los reiterados desalojos y retomas, los pobladores lograron quebrarle
la mano al gobierno de Freí, logrando adquirir terrenos definitivos para
construir sus viviendas. En términos políticos, la toma de la bandera se destacó por el
fuerte liderazgo del MIR entre los
pobladores, según el CEME (Centro de Investigaciones Miguel Enríquez) en el
contexto de esta toma nacen las JPR (junta de pobladores revolucionarios),
órganos de autodefensa y organización de los pobladores vinculados al MIR.
8
Esta irónica canción data de 1987, y corresponde al segundo disco
que grabo el músico, luego de regresar del exilio. El disco tuvo como nombre
“Cultura de vida”, siendo la canción Nº 2
“Circunvalación Américo Vespucio”uno de sus grandes éxitos.
9
Bauman, Zigmunt. Vida Liquida.
Ediciones Paidós Ibérica, S. A. Barcelona.2006.
10
Para Foucault, el medio es un
concepto que recién aparece con Lamarck en el siglo XIX, y se entendía por
éste, el conjunto de acciones que ejercen desde fuera influencias sobre un ser
viviente. En términos generales, el
medio para Lamarck es el clima, lugar, y espacio. Desde una óptica biopolítica,
el medio es lo que ejerce acción a distancia de un cuerpo sobre otro. Por lo
tanto, es soporte y elemento de circulación de la acción. Si bien, para
Foucault el concepto de medio no se perfila en el uso que dieron los primeros
urbanistas del siglo XVIII, se puede
encontrar en estos últimos, una suerte de pragmática, en la cual está presente
esta noción; ya que las políticas
urbanísticas, persiguen precisamente la modificación del espacio. Así, el medio
se articula como el espacio en el cual se da la circulación (movimiento de
mercancía, personas, animales, enfermedades, etc.), De ahí también, que las
políticas de seguridad se centran
principalmente en la organización, reformulación, y fabricación de esta noción, incluso antes
que se haya formulado.
11
El denominado tiempo
espectacular, es para Debord una fase superior del capitalismo. En esta última,
ya no existe una división entre tiempo de ocio y tiempo de producción, tal proceso hablaría de la inexistencia de un
tiempo fuera de la producción, ya que desde el momento en que ese tiempo de
ocio es también consumible, entra también en la lógica de la producción. El gran acierto de Debord, estriba en haber
develado, el tiempo de ocio como el
verdadero sostén del tiempo productivo, este tiempo de ocio está generalmente
mediatizado por una cadena ininterrumpida
de imágenes; que son de cierta
manera, el reflejo especular de las mercancías.
12
Heidegger señala lo cuadrante como el proceso que articula la reunión entre los
mortales, la tierra, el cielo, y los divinos. Los mortales son en este
cuadrante habitando.
13
Perniola, Mario. Los
Situacionistas. Ediciones Acuarela. Madrid.2007.
14
Lukács, George. Historia y
conciencia de clase. Editorial Quimantú. Santiago de Chile.2008., pág., 141.
15Apoyándose
en las ideas de Marx, Lukács
determina al proceso de universalización de la forma mercancía, como
correlativo al curso en el cual el trabajador concibe su fuerza de trabajo como una mercancía que le pertenece, y que
por tanto, puede transar libremente en el mercado. Tal proceso condiciona tanto
objetivamente como subjetivamente al trabajador, que se objetiva en una especie
mercancía abstracta.
BIBLIOGRAFÍA
BAUMAN, Zigmunt. Vida Liquida. Ediciones Paidós
Ibérica, S. A. Barcelona.2006.
FOUCAULT,
Michel. Nacimiento de la biopolítica. Fondo de Cultura Económica. Buenos
Aires.2008.
FOUCAULT,
Michel. Seguridad, Territorio, población. Fondo de Cultura Económica. Buenos
Aires.2007.
HEIDEGGER,
Martin. Caminos de bosque. Alianza Editorial. Madrid.1997.
KLEIN,
Naomi. La doctrina Shock. Editorial Paidós. Argentina. 2008.
LUKÁCS,
George. Historia y conciencia de clase. Editorial Quimantú.
Santiago de Chile.2008.,
PERNIOLA,
Mario. Los Situacionistas. Ediciones Acuarela. Madrid.2007.
No hay comentarios:
Publicar un comentario