viernes, 21 de junio de 2013



LA CIUDAD INHABITADA
APUNTES  SOBRE LOS  CAMBIOS URBANÍSTICOS EN LA PERIFERIA DE SANTIAGO.


“La mayor idea revolucionaria referente al urbanismo no es ella misma urbanística, tecnológica o estética. Es la decisión de reconstruir íntegramente el territorio según las necesidades de poder de los Consejos de trabajadores, la dictadura anti- estatal del proletariado, del diálogo ejecutorio”.

Guy Debord, La sociedad del espectáculo.


Son las 7 de la mañana, y en la estación del Metro San Ramón, aglomeraciones de trabajadores se disponen a tomar el tren subterráneo, otros tantos esperan los recauchados buses del Transantiago. La situación se repetirá nuevamente en horas de la tarde, y al parecer esta realidad seguirá aconteciendo cíclicamente. Por otra parte, limitando  la estación del metro, una carretera de alta velocidad (Vespucio Sur) deja sentir su presencia en el sector. Automóviles, camiones, y buses,  circulan velozmente, dejando una estela de ruido y contaminación a su paso. Definitivamente la modernización  ha llegado a la comuna, y la tan esperada conectividad adquiere forma a partir del desarrollo urbano y vial: inauguración de la autopista Vespucio Sur y la línea 4- A del metro.  

Desde una óptica económica y pragmática, este proceso de modernización,  se justifica plenamente, ya que se enmarca en un horizonte  más amplio, que se condice con ciertas reestructuraciones de la economía y el emplazamiento geográfico de los nuevos proyectos de urbanización del gran Santiago. Sin embargo, desde un punto de vista crítico, y más específicamente desde la “psicogeografia”1, estos cambios tienen ciertas lecturas y connotaciones simbólicas que ameritan un estudio más profundo, ya que aquí, no sólo hablamos de desarrollo vial o urbano, sino de mecanismos políticos e ideológicos que desarticulan  todo intento de uso crítico y ciudadano del  espacio público.    

En las siguientes líneas,  analizaremos críticamente este nuevo emplazamiento urbano y vial, tomando como una importante referencia la división topográfica que sufrió la comuna a partir del emplazamiento de la autopista Vespucio Sur, y las estaciones del metro Santa Rosa y San Ramón. Estructurales viales que  literalmente provocaron un fraccionamiento del emplazamiento de la comuna, a lo que se agrega una completa reformulación del mítico Parque la Bandera. Tales modificaciones  encuentran explicación en  las estrategias económicas de desarrollo de los últimos años. De ahí que resulte interesante develar las implicancias psicológicas, culturales, simbólicas, etc., que conllevan tales cambios. A lo que se agrega, la creciente vinculación entre mecanismos de seguridad y espacio público, situación que finalmente convierte a la ciudad en un  gran dispositivo de control de la población.


SOBRE   DECRETOS, NEOLIBERALISMO, FRONTERAS, Y RESIGNIFICACION DEL ESPACIO PÚBLICO.

La historia de la comuna de San Ramón se presenta en forma ambivalente, históricamente lugar de resistencias y organización, es también  un espacio administrativo creado por un decreto de la dictadura. Tal decreto fue promulgado en 1981, y se enmarcó en un plan de reformulación comunal de Santiago. Desde luego, en esta decisión no tuvo ninguna ingerencia la comunidad, siendo un más de las arbitrariedades del régimen dictatorial. Paralelamente al proceso de reformulación  comunal, la dictadura inicio una serie de procesos  de radicación y erradicación de poblaciones de escasos recursos,  con el objetivo de ocultar los crecientes bolsones de pobreza de comunas céntricas y  barrios acomodados. 

El plan de reformulación comunal impulsado por la dictadura  significó  la creación de 34 comunas nuevas en Santiago, la mayoría de estas  emplazadas en la periferia. De este experimento de la dictadura, emergieron nombres emblemáticos, como: la Pintana, Cerro Navia, Peñalolén, San Ramón, etc. Sin embargo, lo que caracteriza a éstas  y las pone siempre en el tapete de la opinión pública ( o la crónica roja de los periódicos sensacionalista ), son sus elevados índices de pobreza, delincuencia, cesantía, etc. Esta reformulación urbana, tiene directa relación  con las políticas neoliberales propiciadas por la dictadura, en las cuales la propiedad privada y la supremacía del mercado como entes determinadores de las necesidades, producen una de las transformaciones más radicales que haya sufrido el país. 

Un papel destacado en esta transformación económica,  tuvo como protagonista a Milton Friedman, considerado el mentor de las ideas ultraliberales, y que tienen en crisis a una parte sustantiva del planeta: “Milton Friedman aprendió lo importante que era aprovechar una crisis o estado de Shock a gran escala durante la década de los setenta, cuando fue asesor del dictador Augusto Pinochet. Los ciudadanos chilenos no sólo estaban conmocionados después del violento golpe de estado de Pinochet, sino que el país también vivía traumatizado por un proceso de hiperinflación muy agudo2”. A sugerencias del propio Friedman, la dictadura realizó una serie de transformaciones económicas: reducciones de impuestos, privatización de servicios, recortes en el gasto social, desmantelamiento del código laboral, desregulación del control estatal sobre la economía, entre otras  medidas. Por lo traumático de estas acciones, se denominó a éstas «tratamiento de choque». La aplicación de tales  políticas neoliberales,  tuvieron una gran repercusión en los planes de reformulación de la estructura urbanística de Santiago.  Por ejemplo, en 1979 la dictadura dictó un decreto de  desregulación del suelo urbano,3  situación que implicó la completa coaptación de la esfera urbanística y vial por el  mercado.  A lo anterior, se suma la incorporación de suelos agrícolas al uso urbano, generándose un explosivo desarrollo de conjuntos urbanísticos, que muchas veces propiciaron el asentamiento de edificaciones en suelos no aptos para la construcción. Por otro lado, estos decretos permitieron  la construcción  de lujosos conjuntos residenciales en zonas alejadas de los  centros urbanos,  siendo las condiciones económicas las únicas prerrogativas para construir.           

Paulatinamente Santiago ira adquiriendo una estructura dual, en donde las diferencias y exclusiones entre diferentes  sectores sociales se acentuarán, emergiendo la relación centro y periferia. Evidentemente, las actividades económicas, financieras, y residenciales de los sectores acomodados,  se concentrarán en el centro; y por el contrario, en la periferia se aglomerarán masas importantes de trabajadores, subempleados, y desempleados. Parafraseando a Braudel, las zonas periféricas se transforman en pequeñas economías mundo, que están supeditadas a un polo central, y que en este caso corresponden a las comunas más ricas y pudientes4.

A partir de tales presupuestos, encontramos la conformación de San Ramón como un  espacio geográfico,  administrativo, político, y cultural  que se vincula y relaciona desde una posición periférica  con los  polos de desarrollo del gran Santiago. Este emplazamiento no sólo abarca la esfera geográfica, sino que también es traducible a otros ámbitos de desarrollo de sus habitantes. Según información de la Fundación Futuro5, en la comuna el 43, 6 % de la población tiene un nivel de instrucción básico, contando con sólo un 8, 7 de pobladores  con estudios superiores. En cuanto a las actividades económicas,  existe  un 24,2 % de personas que desempeñan actividades ligadas al comercio (reparación de vehículos, automotoras, comercio al por mayor, etc.) y un 18,6 % que trabaja en industrias manufactureras. A lo anterior,  se agrega un 10, 7 % trabajadores de la construcción, existiendo un alto porcentaje de cesantía, que se aproxima al 7 % (según datos del censo 2002). Estas cifras ponen en evidencia el inminente carácter popular de la comuna.  Esta suerte de cartografía de la desigualdad,  se explica en función de la división social del trabajo que la cabe  a los asalariados en una economía capitalista; donde estos últimos al no poseer los instrumentos de producción, deben transar su  fuerza de trabajo en el mercado. Para Negri, este fenómeno de reformulación espacial, junto con la división social del trabajo se  traduciría como “Biopolítica productiva”6.  

Un aspecto de vital importancia a la hora de definir el carácter periférico que ha tenido San Ramón, se refiere al emplazamiento geográfico que ha tenido  la comuna y su respectiva estructura vial. Históricamente se habla de San Ramón Sur y Norte, siendo el  Parque la Bandera  la frontera que une y divide estas dos áreas. Norte y Sur  tienen diferencias significativas, sobre todo a nivel de construcción social  y la creación de organizaciones populares.  De hecho, en San Ramón Sur nos encontramos con la mítica población la Bandera7,  ésta guarda una rica  historia de tomas de terrenos y resistencia bajo la dictadura. Por el contrario, San Ramón Norte, históricamente ha sido un lugar con fuerte presencia comercial y residencial; y donde la política no ha tenido tanta relevancia para sus pobladores.  

La Avenida Américo Vespucio, y el posterior emplazamiento del Parque la Bandera, se posicionaron como una verdadera frontera entre el sector norte y sur de la comuna. Durante la década de 1980, la gran explanada que rodeaba la Av. Américo Vespucio, era prácticamente un gran espacio baldío, que por su extensión fue muy utilizado en desfiles cívicos, y actividades deportivas. Actividades que por su carácter simbólico (representación del orden y la disciplina a través de militarizados  desfiles escolares y  jornadas deportivas como significantes de la  pureza del cuerpo) se constituyeron en la emergencia estética del gobierno dictatorial.  De ahí el entusiasmo del designado alcalde Jesús Antonio Cabedo (1981- 1991)  por los desfiles, las competencias deportivas y el culto a los emblemas patrios.  Característica de tales ceremonias fue una suerte de resignificación del emblema patrio. La bandera  que  durante la UP se utilizaba en tomas, o en ocupaciones de industrias;  adquiere en estos ritos  un carácter cívico y nacional,  connotando al mismo tiempo las ideas de patria y orden.
       
Por esa misma época (1983- 1989), la comuna fue escenario de importantes manifestaciones antidictatoriales, convirtiéndose la Av. Américo Vespucio en escenarios de violentas jornadas de protestas y enfrentamientos con las fuerzas de policiales. En forma particular, la población la Bandera logró alcanzar altos grados de coordinación y organización a la hora de enfrentar las fuerzas represivas. Acciones que hablaban del gran descontento de la población con las autoridades a raíz de las duras condiciones económicas que enfrentaban (una tasa de té y un trozo de pan eran para  muchas familias su alimentación diaria).  La Av. Américo Vespucio se convirtió en el lugar donde los  pobladores descargaban su rabia y frustraciones, siendo la barricada el dispositivo estético material  y simbólico más utilizado.  

 La propia Av. Américo Vespucio representaba una fuerte connotación simbólica, ya que ésta conectaba los sectores pudientes de Santiago, con los sectores marginales.  Actualmente su uso como avenida está prácticamente desmantelado, ya que por su trazado original se sitúan las autopistas Vespucio Sur y Vespucio Norte. Esta situación de inequidad que representaba la antigua Av. Américo Vespucio, quedó célebremente registrada en una irónica y pegajosa canción del músico  Payo Grondona: “La circunvalación Américo Vespucio tiene barrios limpios, tiene barrios sucios; La circunvalación  obra de ingeniería, al oriente negociados, al poniente cesantía”8. Mención aparte, merece la canción de Sol y Lluvia “En un largo  tour”, donde se nombra a la población la Bandera como uno de los lugares emblemáticos  a la hora de  contemplar la cara de la pobreza.

Un hecho significativo y simbólico para la comuna, fue la visita del Papa Juan Pablo II, en  Abril de 1987.  El máximo líder del catolicismo se reunió con miles de pobladores en la gran explanada que rodeaba la Av. Américo Vespucio,  posteriormente  a tan ilustre visita,  la municipalidad decidió realizar las obras para crear el Parque la Bandera.  Simbólicamente la visita del Papa significó otorgarle a aquellos sitios baldíos,  una primera identidad de espacio popular y social. Importante en aquella oportunidad fue la clara sentencia de la pobladora Luisa Riveros, quien tuvo la oportunidad de hablarle al Santo Padre en nombre de los pobres y marginados; sus certeras palabras transmitidas a todo el país fueron: “los pobres no pueden esperar”. De ahí en adelante, se empezó hablar de la población la Bandera como un territorio de mucha conciencia  social y organización.

La consolidación definitiva del Parque la Bandera como un espacio popular y de múltiples resistencias, ocurre en 1988, con la realización de una gran concentración de las fuerzas opositoras a la dictadura. En esta oportunidad, se reunieron miles de personas que apoyaban la opción NO del plebiscito. Uno de los grupos musicales que actuó con mucho éxito, fue el grupo Illapu. Sus canciones fueron coreadas con entusiasmo, junto con el clásico grito de la época “y va a caer, y va a caer”. Posteriormente, el grupo sacó un disco con la actuación en vivo, titulándose  Illapu en vivo Parque la Bandera”. A partir de este homenaje del grupo, el parque se consolida como un espacio de resistencia popular, y el nombre de la población la Bandera se hace cada vez más conocida, constituyéndose en esa fecha en una de las comunas emblemáticas en la lucha contra la dictadura.     

La llegada de la democracia traerá paradójicamente cambios profundos para los habitantes de San Ramón, el espacio del Parque la Bandera será completamente reformulado: geográficamente y simbólicamente. Cambios ocurridos como  consecuencia de la construcción de la autopista Vespucio Sur, y la línea del metro 4- A.  En Noviembre del 2005 se inauguró la autopista, y el 2006 se dio por inauguradas  las estaciones del Metro San Ramón y Santa Rosa. Tales obras no estuvieron exentas de polémicas, debido principalmente al diseño de superficie implementado en las obras, en oposición al diseño subterráneo utilizado en comunas con más recursos. De hecho una parte considerable de las autopistas del sector Oriente, han sido formuladas con diseños subterráneos, para evitar el impacto en la estructura urbana y en la propia comunidad (un ejemplo concreto es la autopista Costanera Norte y algunos tramos del metro).

Por lo visto, las consideraciones de impacto ambiental, urbano, patrimonial no fueron consideradas en la ejecución de tales obras. De hecho la moderna autopista, funciona como una verdadera frontera artificial entre San Ramón Sur y Norte,  perdiendo los habitantes de la comuna  toda relación identitaria. El tema es bastante sensible, ya que estas modernas autopistas funcionan como verdaderos corredores privados, en donde objetivamente su acceso no es público, ya que se debe pagar por su acceso. Sin duda, esta reformulación urbana y vial se enmarca en proyectos más macros, y que tienen que ver con concebir la ciudad como un dispositivo productivo y de seguridad. Esta forma de pensar el funcionamiento de la ciudad, es recíprocamente coherente con la articulación de las economías neoliberales de gran parte del mundo.  De ahí que por ejemplo, que Bauman visualice en el vehículo de todo terreno,  el modelo y prototipo de automóvil  necesario para transitar por las saturadas autopistas modernas; ya que las clases acomodadas  deben transitar muchas veces entre el centro y la periferia para llegar a sus trabajos o cuando salen de vacaciones9. El todo terreno, les proporciona la seguridad de poder sortear cualquier encuentro furtivo con los personajes de la periferia, ya sea en la detención en un  semáforo, o al momento de enfrentar un corte de ruta.       

  
 
UNA MIRADA DESDE LA PSICOGEOGRAFÍA

“La dictadura del automóvil, producto – piloto de la primera fase de la abundancia mercantil, se ha inscrito en el terreno con la dominación de la autopista, que disloca los antiguos centros e impone una dispersión cada vez más pujante”.

Guy Debord, La sociedad del espectáculo.

El urbanismo que tiene como función la reflexión  holística del espacio de la ciudad,  tiene la responsabilidad de generar y ordenar asentamientos humanos en función de privilegiar la interacción entre los sujetos y el medio en el cual estos se desarrollarán. Bajo una economía neoliberal, la producción capitalista unifica y produce una  homogenización del espacio, la acumulación de mercancías en el espacio abstracto  del mercado irrumpe dislocando fronteras, logrando la integración de determinado  medio10; proceso que se realiza materialmente con la construcción de carreteras, infraestructura, asentamientos urbanos, etc. Paradójicamente, los modernos planes de reformulación urbana acortan distancias geográficas, pero incrementan y profundizan  la separación espectacular. Debord esboza el término separación espectacular, para referirse a las particulares condiciones del capitalismo avanzado, en el cual las imágenes se presentan como la extensión lógica de la acumulación de mercancías11. En esta peculiar etapa de desarrollo capitalista,  el hombre se encuentra separado de la vida, viviendo de  seudo experiencias transmitidas por la mediatización de un conjunto de imágenes,   

En este contexto, el urbanismo a través  de las tramas arquitectónicas y viales, actúa reflejando las jerarquías y desigualdades sociales , trasladando la racionalidad técnica de los procesos productivos,  a los emplazamientos donde transcurre la vida cotidiana, e incluso la planeación de apartamentos y viviendas se constituye como coronario de tal proceso. Así, la habitabilidad  se transforma un proceso más del aparato productivo, en donde el espacio domestico en la extensión de las antinomias con que opera el sistema. Aquí, resulta necesario indicar otras concepciones de lo que implica el habitar; por ejemplo, heideggerianamente12 el habitar está estrechamente ligado al concepto de construir. Para Heidegger, el construir implica desde ya la acción del  habitar.  En esta acción el hombre se pone en  relación con la tierra,  su entorno, y las cosas. De cierta manera, un habitar auténtico implica el edificar para dar seguridad al propio hombre,  proceso que se constituye en relación al cuidado del entorno y el propio mundo. En la actual lógica economicista y totalitaria de pensar el espacio urbano, resulta difícil asimilar relaciones de cuidado y armonía entre los sujetos y el entorno, más bien, los modernos planes de resignificación del espacio urbano, apuntan a la productividad de los mismos; por lo tanto, el habitar se presenta como algo inaccesible por las propias dinámicas de exclusión, seguridad,  y productividad que centrípetamente conllevan los centros urbanos. De ahí que podríamos decir, que hoy no hay una habitabilidad de la ciudad, sino una suerte de  habitabilidad del poder en los sujetos 13.

Ahora bien, los cambios urbanísticos y en estructural vial, que ha experimentado San Ramón en los últimos años, dan cuenta de complejos procesos de readecuación y reformulación económica, en los cuales evidentemente no han sido considerados los pobladores. El complejo del entramado de la autopista Vespucio Sur, y las nuevas estaciones del metro,  se articulan  como dispositivos de conectividad de  mercancías que circulan por la ciudad. Los propios habitantes de la comuna, son considerados como mercancías que hay que trasladar y hacer circular. Ciertamente, hablamos aquí, del complejo fenómeno de la cosificación. Según Lukács, la cosificación consiste  en el hecho de que una relación entre personas, toma el carácter de cosa, desencadenándose una suerte de objetividad ilusoria14. Esto implica, que prácticamente todas las relaciones entre el sujeto y su emplazamiento urbano, adquieran un carácter mercantil; desaparecen las alteridades, y aparecen los conceptos de usuario, funcionario, operador, etc. Tales problemáticas, están estrechamente ligadas a la universalidad de la forma mercancía15 que condiciona la vida de los trabajadores, ya que su propio destino histórico vive en función de los interés de los sectores dominantes. Lo anterior, determina que estructuralmente la reformulación del espacio urbano, se contemple como parte de un proceso  necesario para el desarrollo país, y en donde los trabajadores adquieren  la conciencia de  pertenencia  a la idea de progreso económico.

En líneas generales,  el proceso de modernización de la comuna de San Ramón, no ha  determinado cambios significativos en el mejoramiento de la calidad de vida de sus habitantes; la comuna sigue presentando graves  problemas de cesantía, pobreza y exclusión. Desde el horizonte de la biopolítica,  los cambios han propiciado la emergencia de  nuevos mecanismos disciplinarios (control de acceso a los andenes del metro, filas para comprar boletos, reglamentos disciplinarios para circular en los carros,  cámaras de seguridad, posturas físicas para viajar, etc.). Tales mecanismos van codificando lo permitido y lo no permitido, en función de señalar y sancionar la más mínima infracción.  A los dispositivos disciplinarios, se agregan los de seguridad, que han tenido un importante impacto en restar fuerzas a la tradicional combatividad que tuvo principalmente San Ramón sur. Lógicamente, el diseño de la autopista impide su interrupción y los cortes de ruta son un recuerdo de la lucha antidictatorial. En esta lógica, la propia autopista se ha transforma en un dispositivo de seguridad, ya que amortigua  los efectos de protestas y disturbios; y a la vez permite que los automovilistas no tengan ninguna relación con el entorno urbano del lugar. Desplegándose una suerte  de autopista virtual, en donde la referencialidad espacial está puesta sólo en la demarcación  de la señalética de la propia autopista.      

Los cambios estructurales al entorno del parque (cambios topográficos, morfológicos, modificación del tránsito, etc.), han producido cambios sustanciales en el  hábitat de los pobladores. La frontera artificial de la autopista, se ha transformado  en una frontera  ideológica, que clasifica taxonómicamente a los sujetos (usuarios del metro, de la autopista, residentes del sector sur o norte, etc.). Por otro lado, es evidente la deficiente conectividad  de la arquitectura de las pasarelas  que unen las zonas norte y sur de la comuna. A su  completa desarmonía estética, se agrega su reducida amplitud; funcionando estas últimas, como prolongaciones de los ya asfixiantes carros del metro. La falta de un estudio más prolijo en cuanto a la conectividad de las pasarelas, queda de manifiesto en horas de la madrugada, éstas se transforman en lugares lúgubres, propicios para sufrir algún asalto, ya que son literalmente corredores que imposibilitan y limitan los movimientos de los transeúntes. Si bien,  ya van ciertos años  en el funcionamiento de la estaciones del metro, éstas no guardan  ninguna relación identitaria con  sus usuarios, son literalmente mecanismos funcionales, arquitecturas productivas  que anteceden  el espacio de la fábrica o el taller.

   En este entramado de sujeciones, espacio, cosificaciones, etc., la resultante es la emergencia de determinada subjetividad. La pregunta clave es determinar, ¿qué subjetividad se puede alojar bajo el flujo totalitario del urbanismo?, es posible encontrarse con ese sujeto histórico, que convergió en múltiples experiencias de organización en la comuna de San Ramón. Sin duda, la respuesta es compleja, hoy en día los espacios públicos han terminando siendo espacios privados, con diseños regimentados, y fuertemente disciplinados. La no identificación de los pobladores con su entorno,  es una problemática que tiende a crecer mientras los planes de edificación no contemples la opinión de éstos. Finalmente, queda el desafió de pensar nuevas formas de habitabilidad de la ciudad, claro está que hasta hoy seguimos intentando habitar. 

NOTAS
1 Para la teoría situacionista, la psicogeografía es la disciplina que estudia los efectos psicológicos, culturales, simbólicos, etc., que origina el desarrollo urbano en el contexto de la economía capitalista. Así, el urbanismo se presenta como una apropiación totalitaria de la vida, donde se crean pseudos- colectividades, que como la fábrica, las áreas verdes, las estructuras viales, etc., persiguen aislar y disciplinar a los sujetos. 
2 Klein, Naomi. La doctrina Shock. Editorial Paidós. Argentina. 2008., pág., 28.
4 De acuerdo al esquema de centro y periferia esbozado por Braudel, las zonas marginales en oposición a los polos de desarrollo, presentan  una gran precariedad económica. De ahí, que generalmente la vida de los habitantes de este espacio, se asocia a lo negativo. A lo anterior, se agregan el debilitamiento de las leyes, la carestía de la vida y una pobreza intrínseca. Para mayor información, ver “La dinámica de capitalismo de Fernand Braudel”.
5 Esta Fundación fue creada a  instancias  del actual Presidente Sebastián Piñera. En líneas generales, la labor de esta entidad, consiste en llevar la cultura y el arte a los sectores más postergados de la sociedad. No hay que olvidar, que tal postergación fue producto de la  modernización económica,  proceso  ejecutado bajo la excepcionalidad constitucional de la dictadura y que el actual presidente apoyo.
6 Por biopolítica productiva, Negri entiende la atención que el estado moderno dedica a la reproducción de los conjuntos demográficos activos. Es decir la educación, la asistencia, la sanidad, los transportes, etc., y las estructuras administrativas  que atraviesan tales conjuntos se presentan como una expresión directa de una potencia productiva. Así, la biopolítica productiva nace de la conexión de elementos vitales de la sociedad, el medio ambiente, el estado y los individuos.  
7 A raíz de la dramática situación, que vivían arrendatarios y familias sin vivienda  a finales de la década de 1960, se gestaron una serie de tomas ilegales de terrenos. Amparadas por las dinámicas de creación de orgánicas populares de aquella época, se formaron  organizaciones de los denominados “sin casa”, en estas agrupaciones, los partidos de izquierda jugaron un rol activo en la conformación teórica, práctica y estratégica.  El 26 de Enero de 1969 un grupo de pobladores se tomó los terrenos del denominado “Fundo la Bandera”, pese a los reiterados desalojos  y retomas, los pobladores lograron quebrarle la mano al gobierno de Freí, logrando adquirir terrenos definitivos para construir sus  viviendas.  En términos políticos,   la toma de la bandera se destacó por el fuerte liderazgo  del MIR entre los pobladores, según el CEME (Centro de Investigaciones Miguel Enríquez) en el contexto de esta toma nacen las JPR (junta de pobladores revolucionarios), órganos de autodefensa y organización de los pobladores vinculados al MIR. 
8 Esta  irónica canción  data de 1987, y corresponde al segundo disco que grabo el músico, luego de regresar del exilio. El disco tuvo como nombre “Cultura de vida”, siendo la canción Nº 2  “Circunvalación Américo Vespucio”uno de sus grandes éxitos.  
9 Bauman, Zigmunt. Vida Liquida. Ediciones Paidós Ibérica, S. A. Barcelona.2006.
10 Para Foucault, el medio es un concepto que recién aparece con Lamarck en el siglo XIX, y se entendía por éste, el conjunto de acciones que ejercen desde fuera influencias sobre un ser viviente.  En términos generales, el medio para Lamarck es el clima, lugar, y espacio. Desde una óptica biopolítica, el medio es lo que ejerce acción a distancia de un cuerpo sobre otro. Por lo tanto, es soporte y elemento de circulación de la acción. Si bien, para Foucault el concepto de medio no se perfila en el uso que dieron los primeros urbanistas del siglo XVIII,  se puede encontrar en estos últimos, una suerte de pragmática, en la cual está presente esta noción; ya que  las políticas urbanísticas, persiguen precisamente la modificación del espacio. Así, el medio se articula como el espacio en el cual se da la circulación (movimiento de mercancía, personas, animales, enfermedades, etc.), De ahí también, que las políticas de seguridad  se centran principalmente en la organización, reformulación,  y fabricación de esta noción, incluso antes que se haya formulado. 
11 El denominado tiempo espectacular, es para Debord una fase superior del capitalismo. En esta última, ya no existe una división entre tiempo de ocio y tiempo de producción,  tal proceso hablaría de la inexistencia de un tiempo fuera de la producción, ya que desde el momento en que ese tiempo de ocio es también consumible, entra también en la lógica de la producción.  El gran acierto de Debord, estriba en haber develado, el  tiempo de ocio como el verdadero sostén del tiempo productivo, este tiempo de ocio está generalmente mediatizado por una cadena ininterrumpida  de imágenes;  que son de cierta manera, el reflejo especular de las mercancías. 
12 Heidegger señala lo cuadrante como el proceso que articula la reunión entre los mortales, la tierra, el cielo, y los divinos. Los mortales son en este cuadrante habitando.  
13 Perniola, Mario. Los Situacionistas. Ediciones Acuarela. Madrid.2007.
14 Lukács, George. Historia y conciencia de clase. Editorial Quimantú. Santiago de Chile.2008.,  pág.,  141.
15Apoyándose en las ideas de Marx, Lukács determina al proceso de universalización de la forma mercancía, como correlativo al  curso en el cual  el trabajador concibe su fuerza de trabajo  como una mercancía que le pertenece, y que por tanto, puede transar libremente en el mercado. Tal proceso condiciona tanto objetivamente como subjetivamente al trabajador, que se objetiva en una especie mercancía abstracta. 

 
BIBLIOGRAFÍA

BAUMAN,  Zigmunt. Vida Liquida. Ediciones Paidós Ibérica, S. A. Barcelona.2006.
FOUCAULT, Michel. Nacimiento de la biopolítica. Fondo de Cultura Económica. Buenos Aires.2008.
FOUCAULT, Michel. Seguridad, Territorio, población. Fondo de Cultura Económica. Buenos Aires.2007.
HEIDEGGER, Martin. Caminos de bosque. Alianza Editorial. Madrid.1997. 
KLEIN, Naomi. La doctrina Shock. Editorial Paidós. Argentina. 2008.
LUKÁCS, George. Historia y conciencia de clase. Editorial Quimantú. Santiago de Chile.2008., 
PERNIOLA, Mario. Los Situacionistas. Ediciones Acuarela. Madrid.2007.

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